OBJETIVO: LA CASABLANCA

El estreno de la semana, ha venido de la mano de Gerald Butler, que tras el pequeño batacazo de “El Buen Partido”,  ha decidido ponerse el traje de agente del servicio secreto para proteger al mismísimo presidente de los Estados Unidos.

El mismo Butler, resultó productor de la película tras recibir y leer el guión, y es que la historia lo merece, aunque a veces se pasé con el patriotismo. El resultado es notable si te gusta la tensión, la descarga de adrenalina y las misiones imposibles.

La historia comienza con Mike Banning (Butler) en la residencia vacacional del presidente Asher (Aaron Eckhart) con su familia; la primera dama (Ashley Judd) y el pequeño hijo de la pareja,  Connor.  Por un momento degustamos de la camaradería de Mike con el presidente, y de lo que parece una familia de lo más normal pesé a todos los guardaespaldas que tienen a su servicio. Pero un fatal accidente, hace que Banning se replantee su posición, por solo poder salvar al presidente, convirtiéndose en rata de despacho para la tesorería.

Ha pasado más de un año, pero Mike sigue atormentándose por lo que pasó, en cambio el presidente, sigue ejerciendo como tal,  cumpliendo con sus responsabilidades como comandante en jefe. En la propia Casablanca tiene lugar el encuentro entre el presidente y el primer ministro coreano con todo su sequito, con lo que no cuenta Asher, es con que ese mismo día se planea un ataque aéreo contra la Casablanca, seguido por un ataque terrestre, dando lugar a la toma completa de la residencia presidencial, lo que define muy bien el título original del film “El Olimpo ha caído” 

Titulo original

El terrorista coreano Kang (Rick Yune) junto con sus secuaces, secuestran al presidente pidiendo a cambio que quiten las tropas que Estados Unidos tiene por Corea, y lo que es peor, quiere unos códigos para desactivar unos misiles y dejar desnuda a Norteamérica en caso de ataque nuclear.

Pero el presidente y sus empleados, que están retenidos en un bunker, no están solos. Bannig ha conseguido entrar en la Casablanca, se ha convertido en los ojos y oídos del que, ahora es presidente en funciones (Morgan Freeman), y con el estilo del “fanático de la última palabra” Mike consigue información, mientras que rebaja el número de efectivos a cargo de Kang.

La película es un derroche de tiros y acción, aunque a veces es bastante predecible.  El personaje de Kang, está muy lejos del villano convencional, vamos que habla poco y  no cuenta todos sus planes, en esta ocasión resulta tener sus ideas muy claras y no tiembla a la hora de apretar el gatillo, por suerte, Bannig tampoco se anda con escrúpulos.

Cerramos el cartel con Angela Basset, Dylan McDermott y Cole Hauser, este último, me resulto graciosa su aparición, ya que si Rick Yune, es el malísimo Johnny Tran en “A todo gas 1”, Hauser es Carter (también malísimo) Verone en “A todo gas 2”.

ByEva.