VILLAVICIOSA DE AL LADO

A finales del 2016, decíamos adiós al año con un estreno poco navideño pero muy bien elegida la fecha. Y es que “Villaviciosa de al lado” trata del sorteo de lotería nacional coloquialmente llamado “El gordo “que se celebra todos los años el día 22 de diciembre. El argumento me pareció de lo más original con la de veces que he fantaseado yo con que me toca la lotería. Bueno pues ¿Qué pasaría si toca… pero no lo puedes cobrar?

L Mari (Carmen Machi) celebrando que le ha tocado el gordo

Y el premio gordo, los 4 millones de euros, han tocado en “Villaviciosa de al lado” un pueblo pequeño donde todos se conocen. Un pueblo pequeño pero donde no puede faltar su ayuntamiento, su frutería, su bar, un balneario que hace popular al pueblo y su puticlub.

Los tios que han estado en "Momentos" y saben que les ha tocado el gordo

Nino (Salva Reina) el tonto del pueblo se encuentra escuchando la radio con varios de sus vecinos. Es el 22 de diciembre y está a la espera de que salga el Gordo. Y sale. Todo el bar, se pone a dar saltos de alegría al saber que el Gordo ha tocado en su pequeña localidad de “Villaviciosa de al lado”, pero la euforia se viene abajo cuando descubren que las participaciones agraciadas fueron compradas en club “Momentos”, un club de alterne dirigido por Mari (Carmen Machi), una vecina de siempre, que se fue y volvió para montar su chiringuito. Desde entonces es la vecina más despreciada.

Anselmo (Leo Harlem) separa a su mujer Milagros (Carmen Ruiz) que le tiene tirria a la Mari

Mari está encantada con sus chicas de que les haya tocado el gordo. Lo que sorprende es que aún no haya ido nadie a cobrar su parte y a celebrarlo delante de las cámaras con cava como manda la tradición.

El Padre Benjamín (Boré Buika) no es un parraco al uso

El problema es que, si los vecinos que han comprado el boleto lo cobran, es toda una declaración de que han pasado por el club en algún momento, y más de uno reincidiendo, todos ellos casados y en contra de los derechos que defienden, como por ejemplo el propio alcalde. 

Anselmo como alcalde malo, como ciudadano peor

A Anselmo (Leo Harlem) el alcalde, no le preocupa su fama de corrupto político, pero sí le preocupa que su mujer Milagros (Carmen Ruiz) se enteré de que ha estado en el club, se divorcia seguro. César (Arturo Valls) el frutero tampoco quiere que se entere su mujer Visi (Yolanda Ramos). Para Ricardo (Carlos Santos), todo lo opuesto a Anselmo, políticamente hablando, y llegado de la capital con su mujer Elisa (Belén Cuesta) también sería un marronazo que le pillen en algo de lo que está totalmente en contra. Paco (Jorge Asin) a pesar de su inocencia también tiene un boleto de “Momentos”, él tendrá que elegir entre contar la verdad o callarse, también se juega su matrimonio con Carmen (Goizalde Núñez). Y luego está el cura, el Padre Benjamín (Boré Buika) que lejos de la polémica de que un cura juegue a la lotería, está el hecho de que un cura haya comprado un décimo en un club de ese calibre. Al único que le puede tocar algo sin remordimientos, ni divorcios es a Juandi (Antonio Pagudo), cuyo secreto está guardado a voces en el pueblo y parece que la única que no se ha enterado es su madre Petra (Julieta Serrano). Para rematar está el pobre Carlos (Jon Plazaola) hijo de Anselmo y Milagros, quien parece cómplice de su padre y encima está siendo empujado a un matrimonio con una mujer que no quiere.

Cesar (Arturo Valls) con el boleto ganador que no puede cobrar

También hay que contar con Sole (Macarena García) recién llegada al club de Mari para poder sacar dinero lo antes posible y ayudar a su madre. Un mal momento para llegar al pueblo. Que se encuentra dividido entre hombres y mujeres. A ellos se les acaba el plazo de cobrar sus decimos, ellas están deseando que lo cobren para saber si sus maridos las han engañado y Mari… y Mari que también tiene su secretillo. Todo ello y el cierre del balneario está a punto de causar la desaparición de “Villaviciosa de al Lado” sino se encuentra un arreglo con el balneario. Y como en to´ pueblo, no pueden faltar “la vieja del visillo”, pero esta vez son los viejos del banco, que más que ver una construcción se entretienen viendo esta divertida película desde dentro: Augusto (Tito Valverde) y Aurelio (Miguel Rellán)

Aurelio (Miguel Rellán) y Augusto (Tito Valverde). Los tweet sin ordenador

Nacho G. Velilla ha sido el director y guionista de esta disparatada película. Con un argumento original que cumple la ley de los 90 minutos. Parte del acierto de la película se encuentra en la selección de personajes. Y es que el casting está muy bien llevado, con actores con una gran vis cómica que por supuesto saben explotar.  Yo le pondría el "pero" en las escenas de acción, no son muy buenas, más que no sean buenas es que no resultan naturales. Ese momento de "A Todo Gas" no hay por dónde cogerlo. También juega un poco con los estereotipos que los españoles tienen de los españoles y además, si rasgamos entre la comedia se puede encontrar hasta una denuncia social sobre la política que está viviendo ahora mismo España. Cosillas con las que empatizamos que siempre saben mejor si nos sacan una sonrisa. 

Mari esconde los 4 millones de euros

Como colofón final la peli tiene un escenario para perderse. Si bien en Madrid conocemos alguna que otra “Villaviciosa”, la de “Al lado” no existe, aunque el nombre está muy bien escogido, es una villa, es viciosa, y está aquí al lado… al lado de Huesca, al lado de León o al lado de Palencia, todas ellas han prestado algo para la película, un toque que de alguna manera a los que tenemos pueblo nos recuerda en algo. Sí, sí, en mi pueblo nunca tocó el gordo pero si teníamos un club de alterne, ja ja ja, ya cerrado, hoy es un buen sitio para avituallarse en las fiestas.

Carlos (Jon Plazaola) y Nino (Salva Reina) a lo O´Conner y Toretto

Lo más irónico es que yo solo he comprado lotería en mi pueblo un año, he cogido por tradición comprarlo en un pueblo “cercano”, donde se come un pulpo de vicio y donde si toca, a pesar de estar cerca de la carretera, los del pueblo podrían cobrar “El Gordo” con la cabeza bien alta, pero como eso es difícil que ocurra, siempre podremos acogernos al consuelo más triste y los más usado ese día:  “aún nos queda salud”.

By Eva.