EL MENSAJERO

Qué raro se me hizo ver a un G-Joe, a Luke Hobbs,  a el Rey Escorpión, a la Roca en sí, decir “te quiero hijo”, y eso fue lo que vi en “El mensajero”, acción (pero no de la exagerada) y emoción de la mano de Dwayne Johnson con un film basado en un hecho real.

Dwayne Johnson  el mensajero

Jonh Matthews “(Johnson) está casado en segunda nupcias, tiene una niña pequeña, una bonita casa y un trabajo rentable siendo propietario de camiones para mercancías.

John Matthews con su camión detrás Daniel James (Jon Bernthal)

El problema llega cuando su hijo adolescente de su primer matrimonio, se ve en vuelto en una trampa de tráfico de drogas y todo apunta a que tendrá que cumplir una pena mínima de diez años.

Rafi Gravon como Jason Collins recibiendo el "paquete"

Pero Matthews  hará un trato con una abogada del gobierno (Susan Sarandon), que si consigue atrapar al camello que distribuye la droga le bajaran la condena al joven.

Susan Sarandon el de atrás Barry Pepper

Asique armado con sus camiones y con el coraje y la desesperación necesaria para salvar a su hijo y gracias a los contactos de un ex convicto que trabaja para él consigue ponerse en contacto con uno de los narcotraficantes, poniendo sus camiones como un aval asegurado para distribuir la mercancía.

Jon Bernthal

La operación es un autentico éxito, pero la policía se la juega a Matthews no interviniendo para así dar paso a atrapar a unos de los peces gordos (Benjamin Bratt), John accederá solo si le rebajan a cero la sentencia a su hijo. Con lo que no cuenta Matthews es que si alguien se entera de que trabaja para la poli, o si hay un mínimo titubeo en su interpretación, su mujer e hija corren un grave peligro, incluyendo a su empleado que ha intentado rehabilitarse y a su familia.

Benjamin Pratt en el papel antagonico

La película es una crítica a las leyes que existen sobre el narcotráfico. Pero también es un homenaje hacia los padres y lo que podrían llegar a hacer por sus hijos. Por eso está bien que la película no se centre en la acción, (que la tiene pero no ha grande dosis) o en los músculos de Dwayne que parece que no puede aplaudir (pero aquí los disimula con camisas de su talla), sino que da más importancia a la humanidad y a la lacra social del mundo de las drogas.

Jason Collins después de recibir el "paquete"

El film tiene lo justo para meter al espectador en la historia pero no lo suficiente para convertirse en parte de mi filmografía.

ByEva.