domingo, 29 de noviembre de 2020

LA VERBENA DE LA PALOMA

 


No soy muy fan del género chico. Un subgénero de La Zarzuela. De hecho, para mí, es un mundo tan desconocido, que si hay algún rincón donde se practica hoy en día... no tengo ni idea. Pero sí hay dos a las que tengo un especial cariño y además podría interpretarlas,  porque aunque tendría que refrescarlas, aún recuerdo mucho de los números principales. La mala noticia es que canto tan mal que sería mejor, para el oyente, que no las recordara.

Una es la de “El Manojo de Rosas” pero esa solo puedo disfrutarla lo que “youtube” me permite porque ya ni siquiera tengo tocadiscos para escucharla en lp. La otra es “La Verbena de la Paloma”, de está rodaron una película en 1921, y otra, la que nos ocupa, en 1963, seguramente la más recordada, y como es un homenaje a lo castizo y chulapo, se convirtió en tradición emitirla cada 15 de agosto haciendo honor a los madriles, a su patrona y al día que festejan: " La Verbena de la Paloma”.

Julian (Parra) y Susana (Velasco) un 15 de agosto

La cinta empieza con una voz en off en un Madrid de 1963, que a pesar del progreso y de que la ciencia se adelanta que es una barbaridad, no dista muy lejos del Madrid 2020. Y así, es como la voz en off transforma a Mari Loli (Conchita Velasco) en Susana, y a su novio, un repartidor de periódicos, en Julián (Vicente Parra) y los traslada “por arte de cine” al Madrid de 1895, que la cinta en ningún momento dice el año, pero como la obra es de 1895, me tomo la licencia de imaginarme el año. Las ropas y la castiza forma de hablar, hacen el resto, y “me se antoja” que fue por aquella época, año arriba, año abajo. A pesar del progreso y de que la ciencia se adelanta que es una barbaridad, no dista muy lejos del Madrid de 1963.

Pero necesitamos más personajes porque, aunque la obra se centra en el amor de Susana y Julián, necesitamos una tía verdulera, la tía Antonia (Milagros Leal) que es la tía de Susana y de su hermana Casta (Iran Eroy), a los tíos de Julián, la Señá Rita (Mercedes Vecino) y su esposo el tabernero (Angel Garasa) y como no… el tercero en discordia, el boticario Don Hilarión (Miguel Ligero) pues vamos…

Don Hilarión (Miguel Ligero)

Julián y Susana han discutido. Vamos que no están en su mejor momento. Y Susana junto con Casta planean ir a la verbena colgadas del brazo de Don Hilarión. Para disgusto de Julián, que lo único que ve es como su amor se aleja con otro hombre.

Julian junto a sus tios el Tabernero (Angel Garasa) yla Señá Rita (Mercedes Vecino)

Su primer impulso es ir a ajustar cuentas con el boticario, pero pronto sus tíos le quitan la idea de la cabeza dándole otra alternativa: que vaya él a la verbena con otra mujer.

Una morena y otra rubia colgadas del brazo del boticario

El problema es que ya es muy tarde para buscar pareja y tendrá que acudir a su buen amigo Manolo (Alfredo Landa) para que le preste la novia por un baile y pasearse por delante de la Susana.

Tía Antonia (Milagros Leal) ole, ole, ole porque lo digo yo y san seacabo.

Básicamente la historia es eso. Pero la obra/la película es mucho más. Son un montón de canciones que han sobrevivido al tiempo como el famoso “¿Dónde vas con mantón de Manila?”, el ya citado “la ciencia se ha adelanta que es una barbaridad” y “Una morena y una rubia”.

Susana y la Casta (Iran Eroy) en su versión del 1963

“La Verbena de la Paloma” nació como género chico en 1884, siendo un libreto de Ricardo de La Vega con la música de Tomás Breton y estrenándose en febrero de ese año en el Teatro Apolo de Madrid, cuyo aforo, era la nada desdeñable cifra de 2200 espectadores, y que apenas tenía once años de construcción cuando se estrenó la obra, por desgracia, no solo la ciencia avanza que es una barbaridad, también los edificios, y el teatro Apolo desapareció en junio del 29 para reconvertirse en entidad bancaria, digamos que poco ha cambiado el Madrid de entonces, pues si los cines, como los teatros antes, tuvieron su boom, y cada barrio madrileño podía contar con al menos uno o hasta 3 cines como era el caso del mío, el progreso también acabó con ellos al principio del 2000 dando paso a diversidad de negocios como bingos, grandes supermercados o  sencillamente el levantamiento de nuevas viviendas…. Ay Don Hilarion… como le entiendo. (Y los cines se convirtieron en cadenas multicines a juego con los centros comerciales)

En cuanto a la película, existe una versión más antigua, pero llegaría mucho después de la desaparición del Apolo, ya que se estrenó en 1935, por supuesto en blanco en negro. Ya con el Technicolor dejando obsoleto el blanco y negro, se volvió a llevar el genero chico en la pantalla grande, era 1963, aunque los pocos hogares que contaban con televisor, aun eran en blanco y negro.

La Susana en Chiclana se crio

José Luis Sanz de Heredia, dirigió está cinta pero no nos descubría nada, pues Conchita Velasco ya había participado en cintas como “Las Chicas de la Cruz Roja” o “El Dia de los Enamorados” y muchas otras y el galán de turno de la época Vicente Parra tampoco venia de nuevo pues ya había protagonizado “¿Dónde vas, Alfonso XII?”, entre los dos ya sumaban dos docenas de películas pero personalmente de su filmografía antes de “La Verbena de la Paloma” estás son mis favoritas. Eso sí, ninguno de sus protagonistas tenian grandes voces para la zarzuela, pero está versión me encanta.

Y Julián se cansa de oir que tiene madre

Como quesito rosa, decir que Carlos Marin, uno de los integrantes del grupo “Il Divo” fue Julián en el teatro Nuevo Apolo en el 96.

La cinta solo dura 98 minutos, asique, por favor, no matemos al género chico, entiendo que duerma y que se me mantenga hibernando, porque la gente y los gustos cambian, pero por lo menos a “La Verbena de la Paloma” hay que despertarla una vez al año, por lo menos el 15 agosto.

By Eva.

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