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viernes, 2 de febrero de 2018

TOC TOC



Pues no sé para el resto. Para mí no ha sido una película… ha sido una terapia. Y es que “TOC TOC” consiste en una reunión donde sus integrantes padecen “trastorno obsesivo compulsivo” coloquialmente llamado “TOC”, y oye, sabemos que es una comedia y lo suele exagerar, pero yo me sentía identificada con cada uno de ellos… bueno, menos con dos.
Esperando al Dr. Palomero
Situémonos en la consulta del Dr. Palomera. Que por error ha citado a las 16:30 h a 6 pacientes diferentes. Cada uno con su “TOC”

Emilio (Paco León) TOC: Los números


 Emilio (Paco León), taxista de profesión, esta obsesionado con los números, con las estadísticas y con calcularlo y contarlo todo… pero todo. Además de un poquito de Diógenes.





Blanca (Alexandra Jiménez) TOC: Luchar contra las bacterias

Blanca (Alexandra Jiménez) se ha cogido una de las profesiones peores para lidiar con su “TOC”, trabaja en un laboratorio, y ya sabemos la de bacterias y virus que hay en un laboratorio, el problema es que Blanca siente la necesidad de lavarse en cuanto entra en contacto con algo sin desinfectar. ¡Dios! Como me he sentido identificada con este personaje y como la han asociado conmigo aquellos que me conocen y la vieron antes que yo.



Ana María (Rossy de Palma) TOC: Verificar todo muchas veces

Ana María (Rossy de Palma), no está muy claro a qué se dedica, pero no puede tener una vida normal, santificándose cada dos por tres, esto no le impediría hacer una vida normal, el problema es que tiene que verificar todo. Puerta y ventanas bien cerradas, velas apagadas, plancha desenchufada, una y otra vez, con lo que volverá de donde este solo para comprobarlo. Poca gente lo sabe, pero también me he sentido bastante identificada con ella.

Otto (Adrián Lastra) TOC: No pisar las lineas del suelo

Otto (Adrián Lastra), un tipo aparentemente normal. Un buen trabajo como delineante. Simpático. Pero… difícil de convivir. Maniático de que todo este correctamente ordenado por tamaños y bien lineado, lo peor es ir con él por la calle, ya que no puede pisar las líneas. Todo un problema para ir por las calles de Madrid, casi mejor ir por el asfalto y saltar las grietas de vez en cuando.


Federico (Oscar Martínez) TOC: Sindrome de Tourette


Federico (Oscar Martínez), el más veterano del grupo. Tiene el síndrome de Tourette, que consiste en decir, involuntariamente, palabrotas y hacer gestos obscenos. Todo un problema que le puede llegar a meter en líos con terceros.







Liliana (Nuria Herrero) TOC: Repetir lo que dice


Liliana (Nuria Herrero) es profesora de aerobic. Su TOC pasa desapercibido en su trabajo, y a mí me costó pillarlo, porque su TOC no es ir como Ana de Enrique y Ana, ella tiene que repetir todo lo que dice, y a veces las ultimas silabas de lo que dicen otros. Un TOC del que jamás había oído hablar. Ergo… es uno de los pocos que no parezco.




Tiffany (Inma Cuevas) recepcionista del Dr. Palomero
El misterioso Dr. Palomera no llega a su consulta para intentar solucionar las citas debido a un problema con su avión, pero espera llegar, aunque sea tarde para que todos puedan ser atendidos. Pero al no llegar a los pacientes se les ocurre organizar una reunión colectiva donde cada uno tratará de superar sus TOCS juntos, no sé si lograran vencer sus trastornos pero al menos sacaran 5 amigos nuevos y nosotros 90 minutos de diversión. Sin menospreciar a Tiffany (Inma Cuevas) una secretaria con el síndrome de las 8 horas, borde, directa y con pocas ganas de trabajar.

Que mal lo pase yo cuando le llego sus 10 minutos de terapia
Y es que ha estado genial. Divertidísima donde he empatizado un montón con cada uno de ellos, y es que cada uno de nosotros tenemos a un obsesivo compulsivo dentro, a unos se les nota más a otros menos, unos hacen rituales pequeños que pasan desapercibidos para el resto, otros, como mi caso les afecta en la tarifa del agua y del jabón.  Solo me queda reconocer el trabajo de Vicente Villanueva por dirigir la película y crear el guion, un guion que parece escrito desde lo más profundo de mi cerebro.
Más de 7 millones recaudados. Una taquilla discreta comparada con las ingentes recaudaciones de Hollywood, pero a veces las cifras, menos para Emilio, son lo de menos. Yo me quedo con la crítica de la gente que la ha visto, incluyendo a dos personajillos, que ya la han visto un par de veces. Dos críticos, que como los borrachos, siempre dicen la verdad. Resumiendo… a mí me ha encantado. Y lo podría resumir más “WoW”.
Cada uno se enfrentó a su trastorno...

Como he dicho, para mí no ha sido una película… ha sido una terapia donde me he sentido identificada con cada uno de ellos, menos con Federico y su síndrome de Tourette, a lo sumo tengo el síndrome de Toretto: conducir con la música de “A todo gas”. Y el de Liliana ni siquiera lo conocía, asique imposible empatizar con ella,  eso sí, su personaje, aunque tarda en arrancar es de lo más divertido.
...a su manera
Sin duda, Blanca era mi alter ego. De hecho, observando su personaje era, “ah pues yo lo haría así o asa”, fue la única de la que me di cuenta cuando no se lavó las manos, es que yo lo habría hecho. Ana María, soy yo antes de salir de casa, solo que yo una vez verificado un par de veces, los enchufes, el agua, las ventanas y la puerta no tengo que volver a casa, pero eso no me libra de  que una vez me levantará a las 2 de la mañana para comprobar que tenía el coche bien cerrado, y sí estaba bien cerrado, seguramente lo habría verificado un par de veces antes. De Emilio también tengo algo. No, no hago cálculo con los números, de hecho odio calcular, pero si tengo predilección por cierto números así como con otros tengo mal rollo y jamás lo pongo en el Euro millón. Irónicamente no es el 13, que mucho de los trastornos tienen que ver con la superstición. Con Otto, tampoco es que me vea muy identificada, pero sí es verdad que alguna vez no he pisado las rayas aunque haya sido como un juego, en las baldosas sí que no suelo pisarlas, además me gusta ir mirando por donde piso, y evitar pisar esos adoquines incomodos de pisar.
Siguen con TOC pero ahora son un poquito más felices.
Lo más curioso, es que aunque la película parezca exagera, porque lo cuenta de un modo cómico, lo cierto es que la realidad supera la ficción, y yo que me he informado un montón sobre el TOC de las manos, he leído historias que dejarían a Blanca como una zolocha jajaja, también he leído, que no se puede considerar trastorno si no influye en tu estilo de vida. Trastorno es cuando pierdes contacto con la gente, te influye en el trabajo, en tu ocio, y dejas de hacer cosas porque el “TOC” ocupa todo tu tiempo, así si es necesario ir a terapia.  De momento esas pequeñas manías que tenemos todos, yo sobre todo, nos ha servido, de una forma u otra, para acercarnos más a esta película. La cual tenía miedo de ver no vaya a ser que me metiera más ideas para tener que lavarme las manos, citando a Jack Nicholson en “Mejor Imposible”: Lleve sus neuras a otra parte… aquí ya estamos servidos.

By Eva.
 

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