De nuestros vecinos del norte, llega otra comedia
poniendo al límite el contacto humano, como ya hizo con "Intocable",
aunque "La Familia Belier" no me gustó tanto, vuelve a ser una
historia inspiradora, que trata de superación y de cumplir sueños, todo ello
entorno a la música.
Paula Bélier (Louane Emera) es una adolescente que
vive en una granja junto con sus padres y un hermano menor en Francia. Todos
contribuyen en los trabajos de ganadería pues tienen varias vacas. Paula es
la única en su familia que no es sordomuda, y a menudo hace de intérprete entre
su familia y el mundo gracias al lenguaje signos.
A parte de la ganadería, la madre, Gigi (Karin Viard)
fabrica quesos que luego toda la familia vende en un mercadillo. Su hermano
Quentin (Luca Gelberg) está en esa edad en el que le gusta todas las chicas y
el padre Rodolphe Bélier (François Damien) cansado de las falsas promesas de su
alcalde, decide presentar su candidatura para alcalde, sabe que es un camino
difícil, pero ser sordo nunca ha sido un obstáculo para él. Su familia le
apoya.
Rodolphe y Gigi han sacado hacia adelante a su familia |
Paula al mismo tiempo que trabaja en casa y en el
mercadillo, va al instituto junto con su inseparable amiga Mathilde (Roxane
Duran), además esta secretamente enamorada de Gabriel (Ilian Bergala), asique
cuando se enteran de que el chico se ha apuntado a coro, Paula y Mathilde no
dudan en apuntarse también.
En las pruebas, el profesor Thomasson (Éric Elmosnino)
echa para atrás a Mathilde, pero ve potencial en Paula. Gabriel también
pasa las pruebas, de hecho el profe, le está preparando para un examen
importante de canto que le permitirá ir a una escuela especializada en Paris.
Dado que son sus mejores alumnos, a Thomasson se le ocurre que preparen un
dueto para el festival de la escuela, asique tendrán que ensayar juntos para
alegría de Paula, y bueno, también de Gabriel.
Lo que más le preocupa a Paula es que la forma de ser
de su familia le ponga en evidencia delante de Gabriel y en parte tiene razón
lo que le lleva a una discusión con Gabriel.
Al final, Paula también se presentara al examen en
Paris, pero su familia se siente un poco triste, no solo porque pierden a una
hija, sino a la traductora que les mantiene en conexión con el mundo y además
en el momento cuando más lo necesitan: en plena campaña para alcalde.
Entre unas cosas y otras, no pude ver esta película en
cine, pero no es de las que necesitas una pantalla grande para disfrutarla. A
pesar de etiquetarla como "musical" lo cierto es que no tiene grandes
números musicales pero dos de ellos me dejaron impactada.
Dirigida por Éric Lartigau con un presupuesto de 11
millones, ha logrado una recaudación de más de 82 millones, apostar por el lado
humano también tiene sus beneficios, sobre todo para Louane que desde su paso
por el programa "The Voice 2" quedando semifinalista, (para
nosotros "La voz") aunque llevaba cantando desde niña, salto a la
industria y ya tiene en la calle 3 albumes, ahora ha cogido cierta fama
internacional gracias a la película y además que se la merece porque
tiene una voz preciosa.
Louane Emera de "La Voz" al Cine |
A pesar de ser una película entrañable, y que parece
fácil de hacer, los actores necesitaron de profesores para la lengua de signos:
Alexeï Coïca y Jennifer Tederri (intérprete) fueron los profesores en un curso intensivo
para Viard, Damiens y Emera exceptuando a Luca Gelberg, quien en realidad es
sordo y ya conocía el lenguaje.
Y no fueron los únicos que necesitaron de un profesor,
pues Éric Elmosninio, el profesor de música que se pasa la película tocando el piano,
en realidad estudió junto a un profesor de piano los gestos y las formas que
debía de adoptar para hacer su personaje más creíble.
Y no hay que menospreciar la música, que gracias a la
voz de Louane, es otro hilo conductor de la historia. Ósea que tenemos música,
la familia sorda que supera cada una de las barreras que se les presenta con
filosofía, la doble ética de la protagonista que no sabe si seguir luchando por
su sueño de ser cantante dejando atrás a la familia o quedarse junto a ellos
para seguir siendo la traductora de las cosas de la granja, de la política e
incluso de los médicos. También tenemos la historia de los padres, que saben
cuidarse por sí mismos, ya lo hacían antes de que naciera Paula, pero no
quieren que su hija deje el nido y se marche a la capital sin ver que será lo
mejor para ella. Es una película que también trata sobre crecer y vivir cada
uno su propia vida.
By Eva.
No la he visto y gracias por la recomendación, hace años no me gustaba en absoluto el cine francés, lo encontraba "lento y pesado" pero desde "La cena de los idiotas" la cosa cambió totalmente.
ResponderEliminarBesos
La tengo pendiente de ver. En estos días seguramente. El cine francés es bueno.
ResponderEliminarUn beso
MJ